Casarse de negro: ¿qué significado tiene hoy en día optar por un vestido de ese color para tu boda?

  • Casarse de negro ya se hacía hace años (por no decir siglos) pero ahora ha cobrado otros significados distintos

  • Desde romper las normas a una tendencia, esto es lo que implica casarse con un vestido negro

Desde hace ya mucho, el negro siempre ha estado relacionado, al menos en Europa, con el luto y, por tanto, con la tristeza. Pero en su momento (y no muy lejano), el negro no solo significaba eso, sino que también estaba muy relacionado con las novias. De hecho, para muchas era el protagonista de sus vestidos y velos. Y parece que el vestido de boda negro vuelve a estar de moda.

Solo hay que echar un ojo a las distintas semanas de la moda de novias, donde ya los distintos diseñadores como Naeem Khan, en 2017, o Vera Wang antes, en 2012, incluyen en sus firmas y propuestas 'bridal' vestidos de encaje y tul negro o piezas para novias que incluyen detalles en este tono.

Lo cierto es que no es de extrañar nada, porque además de símbolo del luto, el negro es el color de la elegancia y el más sobrio y sofisticado que existe. No hay más que ver lo que ocurre si queremos sacar matrícula con un look para un evento del tipo que sea: el negro será nuestro aliado.

Pero el vestido de boda negro tiene un significado (o varios) al igual que lo tenía en la antigüedad, aunque eso sí, ahora llevar un vestido de boda negro es muy distinto que llevarlo antaño. De hecho, vas a querer llevar uno si no has querido apostar por el vestido de boda negro ya.

El significado de llevar un vestido de boda negro en la antigüedad

Tampoco hace falta irse muchos años atrás para entender que el significado de llevar un vestido de boda negro era muy diferente a lo que se entiende ahora por eso. Cuando nuestras abuelas y bisabuelas se casaron, hacerlo de negro implicaba ser de origen humilde. El color blanco estaba reservado para las novias de la sociedad más alta, puesto que las prendas de este tono y bordadas eran más caras.

Además, el blanco era más fácil de manchar y no se podía lavar con tanta frecuencia como actualmente. Por su parte, en aquel entonces, el negro, que ya era considerado el color del luto, y muchas novias llevaban un vestido de ese color en sus bodas por la memoria de su padre desaparecido.

Segundas nupcias

Por otro lado, el blanco estaba también relacionado con la pureza, que implicaba llegar virgen al matrimonio por lo que, sobre todo las novias mayores o de segundas nupcias, apostaban por el negro. Este último significado sigue estando vigente hoy en día. Muchas mujeres que se divorcian o se quedan viudas, deciden no volver a casarse de blanco y lo hacen de negro por la elegancia y la distinción que ofrece este color, que se adapta a todas las situaciones y momentos del año.

Romper con lo clásico

En general, llevar un vestido de boda negro en la actualidad no tiene un significado tan firme y claro como lo tenía antaño. Ahora muchas novias llevan un vestido de boda negro para romper con lo establecido. Es una opción perfecta para todas aquellas novias que quieren alejarse un poco de los clásicos y hacer que su vestido gane originalidad de esa forma, es decir, cambiando su color, que, además será el opuesto al que se lleva por norma general.

Originalidad

Cuando se piensa en un vestido de novia es siempre blanco. Desde hace un tiempo se ha ganado originalidad haciéndolos cortos pero también cambiándoles el color a las apuestas nupciales y ese blanco ha pasado a ser rosa. Pero los vestidos rosas y beiges también están empezando a estar mucho más vistos de lo que se podría esperar, así que si quieres originalidad de forma radical apuesta por un vestido de novia negro.

Última tendencia

Además, como ya hemos señalado, cada vez son más las firmas y de renombre, incluso nupciales, que incluyen entre sus filas vestidos de boda negros, ¿estaremos ante la nueva tendencia entre vestidos de novia? Preparémonos para pasar del ying al Yang y nunca mejor dicho.

Para una boda por lo civil

Eso sí, no será en la iglesia donde veremos especialmente los vestidos de boda negros. Estos quedarán más bien reservados para las ceremonias civiles donde hay algo más de libertad a la hora de elegir el modelito para darse el “sí, quiero”. De hecho, puedes apostar por un vestido más cómodo y sencillo que no llame tanto la atención, si quieres una boda discreta e íntima.

Una segunda vida

Así, además, si apuestas por un vestido negro de fiesta o algo más apto para el día a día aunque elegante, podrás darle después una segunda vida y seguir luciéndolo mucho después de tu boda. En definitiva, tendrás en tu armario un look de lo más especial, en todos los sentidos, que podrá acompañarte una y otra vez combinándolo con distintos accesorios que transformen su personalidad.