Casa Real Británica

Así es Sandringham, la exclusiva finca donde Carlos III y el resto de la familia real pasará la Navidad

Carlos III y Camila
Carlos III y Camila. Europa Press
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Las Navidades son fechas especiales para casi todas las familias y la familia real británica no es una excepción. Esta Navidad, según han señalado los medios británicos, es probable que esté marcada por la melancolía, a causa del cáncer que le fue diagnosticado al rey Carlos III, pero también hay motivos para la celebración, porque Kate Middleton pudo confirmar que su propia enfermedad se encontraba en remisión

Este año parece que la familia planea mantenerse fiel a las tradiciones, organizar unas fiestas lo más familiares posible y reunirse todos en Sandringham, como es habitual. Por lo menos todos aquellos que están invitados, porque hay varios miembros de la familia que no se espera que estén entre los presentes, aunque por motivos diferentes. 

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Así sucede con el príncipe Harry, que hace tiempo que las pasa con su mujer y sus hijos en California, donde viven. Tampoco se espera que esté presente el otrora príncipe Andrés, ahora Andrés Mountbatten-Windsor, quien a tenor de las polémicas ha sido despojado de todos sus títulos y seguramente pase las fiestas en Royal Lodge, que ha sido su hogar durante los últimos 30 años, pero de donde se mudará a principios de 2026. De hecho, el plan es que se mude a Sandringham, Norfolk, por lo que su ausencia este año evitaría encuentros inesperados. 

Sandringham es la residencia navideña de la familia, allí pasan el día de Navidad, protagonizan el tradicional paseo hasta la iglesia de Santa María Magdalena para asistir a la misa, comen y cenan juntos, abren los regalos y disfrutan de su tiempo en familia. 

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Esta casa de campo pertenece a la familia real británica desde el siglo XIX, no al Estado, como sí sucede con otras de las propiedades habituales de la familia, es así desde que la Reina Victoria y el príncipe Alberto la compraron en 1862. Está rodeada de naturaleza y bosques, zona de caza, dispone de establos y funciona como granja, dentro de la finca también se encuentra la iglesia de Santa María Magdalena y en sus terrenos el rey Carlos III abrió un pequeño campo de golf. Excepto la residencia privada de la Familia Real, la finca se puede visitar. 

A lo largo de los años la casa ha sufrido varios cambios, se ha ido adaptando a las necesidades de la familia y actualizando para seguir siendo su hogar, aunque respetando su exterior de estilo jacobino. El interior cuenta con numerosas habitaciones, salas de recepción y biblioteca, pero también con otros detalles más modernos, como bolera y sala de billar

La tradición de pasar la Navidad en esta finca fue fruto de la casualidad, aunque fue un lugar al que Isabel II siempre tuvo un gran cariño. Era frecuente que pasaran las fiestas en familia en Windsor, pero unas Navidades, durante los 80, estaba en obras y optaron por celebrarlo en Sandringham. Disfrutaron tanto el cambio que desde entonces siempre lo hicieron así.