El truco infalible para limpiar las juntas de los azulejos: una mezcla de sólo dos ingredientes

Mantener esta zona limpia marca la diferencia en el aspecto general de una cocina o un baño, pero es un trabajo que puede ser muy laborioso, hasta ahora
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Mantener todos los rincones de una casa limpia requiere un esfuerzo constante. Aunque a diario se hagan las labores mínimas para mantener la higiene, hay que hacer una limpieza más profunda cada semana o cada 15 días. Una de las zonas que más cuesta mantener limpias -y no sólo eso, sino que tengan una estética de pulcritud- son las juntas de los azulejos de los baños, ya que van adquiriendo un tono amarillento, que por muy limpias que estén dan la sensación de suciedad. Ahora, es posible conseguirlo con menos esfuerzo gracias a un truco para el que solo necesitarás dos ingredientes.

Y es que esa sensación de un baño o una cocina impolutos se consigue cuidando los detalles como estos. Unas juntas de azulejos sin manchas amarillas o grisáceas es sinónimo de una estancia aseada y pulcra. Para conseguir este resultado, solo es necesario mezclar dos productos que seguramente tengas en casa, lo mejor de todo es que el resultado es rápido y el cambio realmente visible, tus azulejos parecerán recién puestos.
Para conseguir esta mezcla casi mágica, solo tienes que mezclar bicarbonato de sodio con agua oxigenada, dos productos que tienen una gran capacidad blanqueante. El primero de ellos produce una acción abrasiva no demasiado intensa que despega la suciedad que se queda entre la porosidad de las juntas, mientras el agua oxigenada aclara el color, sin quitar el brillo característico del esmalte de los azulejos.

Además, la limpieza no es el único efecto de esta 'pócima' de la limpieza. La mezcla se puede aplicar también en casos de cuartos de baño con humedades difíciles de eliminar. Por otro lado, en las cocinas, una estancia de la casa donde la grasa se acumula en muebles y paredes, debido a la actividad que se realiza en ellas, y en este caso, al no ser un limpiador demasiado abrasivo respeta el color y el acabado de las superficies de cerámica u otros materiales. Tras pasar un paño con la mezcla, se aclara fácilmente pasando otro empapado en agua.
Para que funcione este truco es importante respetar las cantidades exactas: dos cucharadas de bicarbonato y una cucharada de agua oxigenada, para ser más exactos sobre las juntas de los azulejos, se puede aplicar con un cepillo de cerdas medianas y ayúdate también de un paño de microfibra. Recuerda ponerte guantes para que el líquido no dañe la piel de tus manos.

Para esta limpieza profunda el procedimiento es poner una capa gruesa de la mezcla sobre la superficie a limpiar, cubriendola de extremo a extremo y dejar actuar durante cinco o diez minutos para que el oxígeno activo penetre en las manchas y pueda desincrustar la suciedad. Debes evitar que la mezcla se seque, si va perdiendo su humedad, puedes rociar la pasta con un atomizador de agua.

Una vez que haya pasado este tiempo frota la zona con el cepillo a pasadas enérgicas y cortas para ayudar a la mezcla con la suciedad. Después elimina la pasta y aclara con agua tibia, asegúrate de retirar muy bien toda la mezcla con un paño, para que no queden cercos ni manchas. Si hay alguna zona que no ha quedado completamente limpia, repite el proceso periódicamente, puedes hacerlo una vez a la semana para mantener ese tono claro deseable en las juntas de los azulejos.