Así es Costa de los Pinos, el paraíso mallorquín donde podría perder Ana Obregón su casa
En este entorno sereno y elegante, la familia Obregón encontró su refugio perfecto hace décadas
Ana Obregón comparte imágenes nunca vistas de todos los veranos que pasó junto a su hijo, Aless, antes de morir
No cabe duda de que Ana Obregón atraviesa un momento muy bueno tras años marcados por la pérdida de su hijo Aless; y es que la actriz y presentadora ha encontrado en su nieta, la pequeña Ana Sandra, una nueva razón para sonreír. Ambas se han convertido en inseparables protagonistas de los veranos en Mallorca, donde cada posado refleja no solo ternura, sino también la forma en la que recupera la ilusión. Sin embargo, ese escenario donde Ana pasa sus vacaciones todos los años podría cambiar.
¿El motivo? La posible venta de “El Manantial”, la casa que Antonio García Fernández, padre de Ana, mandó construir en 1969 y que quedó finalizada en 1970. Desde entonces, la finca ha sido testigo de medio siglo de recuerdos familiares. Con más de 1.000 metros cuadrados edificados sobre una parcela de 8.000, la propiedad se caracteriza por su diseño mediterráneo clásico lleno de encanto.
El pasado verano, se puso en venta la propiedad por 35 millones de euros, decisión tomada por Ana y sus cuatro hermanos. La noticia generó impacto mediático. ¿Se acababan así los veranos de Ana Obregón en Mallorca? Aunque la cifra situaba la finca entre las más exclusivas de Baleares, pronto surgieron dudas ya que se retiraron los anuncios y se habló de una posible bajada de precio. Ahora se ha vuelto a publicar el cartel de “se vende”, abriendo el interrogante de nuevo.
Costa de los Pinos: el enclave secreto del noreste mallorquín
Al margen de si Obregón venderá su pequeño paraíso o no, lo cierto es que la zona en la que se encuentra la casa no puede ser más apetecible para desconectar. Situada al noreste de la isla, entre Son Servera y Manacor, se encuentra una urbanización exclusiva que ha sabido conservar la discreción en plena era del turismo masivo. Con calas casi escondidas, un ambiente familiar y apenas un puñado de restaurantes y servicios, este rincón combina lujo y tranquilidad. Es un lugar donde conviven empresarios, artistas y familias que buscan privacidad, rodeados de un paisaje que enamora.
No es un destino de grandes hoteles ni de discotecas, sino de segundas residencias elegantes y una vida pausada. Sus playas, como la Cala Millor o la cala de Sa Marjal, son apreciadas por la serenidad de sus aguas y el poco turismo estacional en comparación con otros puntos de la isla. Y precisamente este último motivo hace que sea uno de los rincones más codiciados por quienes buscan disfrutar de Mallorca desde la calma y la autenticidad.
Hay que señalar también que además de la familia Obregón, Costa de los Pinos es un lugar bastante frecuentado por Rafa Nadal, que aunque tenga su base en Manacor, suele ser visto por allí con asiduidad.
Un lugar muy especial para la familia Obregón
La posible venta abre una incógnita: ¿seguiremos viendo esas imágenes icónicas de Ana y su nieta disfrutando del mar en Costa de los Pinos? Tal vez este verano haya sido el último en ese rincón tan especial. Lo que parece seguro es que, sea cual sea el desenlace, “El Manantial” quedará en la memoria como mucho más que una casa.