Ganamos el mundial y la afición se echó a las calles. Ahora es el turno de la Eurocopa y La Roja busca tanto apoyo popular como el que notaron en Sudáfrica en 2010. ¿Hay alguna forma humana de enfundarse en rojo y amarillo y salir airoso de la situación? Por supuestísimo.
Para empezar, valga decir que el tándem rojo+amarillo es algo habitual en alfombras rojas. Solo en este país tenemos esa obsesión por no mezclar los colores de la bandera, pero fíjense en Hayden Panettiere y su divinísimo vestido rojo. ¿A que no combina mal con el bolso amarillo? En una versión más informal, Annalyne McCord ejecuta en su tiempo libre una combinación digna de forofa futbolera española.
La opción clásica: camiseta de tu equipo
En el terreno del balompié, el modo ideal de demostrar las pasiones es llevar la camiseta oficial. Simple y directo. Así lo hizo David Bisbal hace tan solo unos días: sus vaqueros, sus botas y una contundente camiseta roja. Sin duda mucho mejor que hace unos años, cuando se había puesto una camiseta blanca de manga larga debajo y se agarraba las mangas como si fuera el mismísimo Enrique Iglesias en los 90.
Esa otra opción, la de ponerse una camiseta de manga larga debajo, por mucho que también se la hayamos visto a Alejandro Fernández (totalmente desactualizado, con pantalón y zapatos formales) no es nada Divinity. Encima que el campeonato es en verano... ¡habrá necesidad de llevar una antiestética camiseta debajo! Tampoco parece lo mejor hacerse un Soraya Arnelas. La Poyeya se enfundó la camiseta oficial encima de un vestido rojo de raso... ¿no hubiera sido mejor ponerse algo más informal debajo?
Damos matrícula de honor a la forma en que se la puso Patti Smith cuando vino a España. ¡Eso sí que es porte rockero y espíritu de conciliación! También las pequeñas infantas, Sofía (la de los ronchones en las rodillas) y Leonor, supieron combinar estilismo de falda o pantalón con la pasión futbolera. Casi con tanto estilo como Daniella, la hija de David Bustamante, que está a tope con La Roja.
El reto: añadir detalles sin pasarse
Aceptamos mancharse la cara a lo indio apache con los colores de la bandera (aquí un tutorial para no salirse del tiesto), pero que no se vaya a un body art que tiene más de exhibicionista que de futbolero. Eso sí: recordemos cuando estemos con la pinturita en la mano que la grada nada tiene que ver con un casting para Interviú.
¿Os apetece llevar al equipo patrio más cerca de la piel? Pues podéis optar por ropa interior "propiedad de España" (también en versión masculina) esperemos que a la parienta o al ligue de turno le parezca una idea graciosa, porque si no caéis en el riesgo de que pida un rescate a Europa.
Relojes con estilo, mascotas con pasión (las hay por todas partes), gorras, bufandas y hasta una manicura que haría llorar de orgullo a Marujita Díaz al ritmo de Banderita... La afición futbolera es un todo vale, pero hay que saber seleccionar para no acabar por convertirse en un puesto ambulante de souvenirs patrios.