Se trata de un municipio que alberga verdaderos tesoros paisajísticos y arquitectónicos, con una cruz del siglo XIII que guarda una curiosísima historia
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Con Raúl Cimas, el cómico, dibujante y actor, cuesta discernir qué es cierto y qué es fruto de su imaginación desbordante. Lo cierto es que, cada vez que aparece en pantalla, no podemos evitar una sonrisa y, la mayoría de las veces, una carcajada. No pocos de sus vídeos se han hecho virales, como aquel en el que hablaba de una ferretería de Albacete cuyos dueños eran conocidos como ‘los franchutes’.

Raúl Cimas ha ido labrando su éxito gracias a su sentido del humor, pero huye de las consecuencias de la fama. De ahí que eligiera irse a vivir fuera de la gran ciudad (residió en Madrid hasta hace pocos años, aunque es natural de Albacete). En concreto, en un precioso pueblo de la Alcarria: Albalate de Zorita. Allí cultiva su propio huerto y disfruta de la calma que ofrece este pequeño municipio que, sin embargo, tiene no pocos encantos.
Una gran riqueza paisajística
Fue en el programa ‘La revuelta’, al que ha asistido en varias ocasiones, donde dio a conocer el nombre del pueblo elegido para alejarse del ruido mediático. Así lo recoge el diario digital ‘Nueva Alcarria’: Cimas se comprometió, además, aquel día, a promocionar las jotas de su nuevo pueblo, si bien es cierto, reconocía, que no las conocía porque aún llevaba poco tiempo allí. Albalate de Zorita cuenta con 1146 habitantes según el censo de 2024.

Pero, más allá de su patrimonio inmaterial, en Albalate de Zorita hay unos cuantos rincones preciosos. Asentado al pie de la Sierra de Altomira, que divide Guadalajara de Cuenca, dicha sierra la atraviesan los ríos Tajo y Guadiela. Estos ríos forman hoces y es zona protegida. En las inmediaciones de Albalate se puede ver el embalse de Bolarque, un lugar no solo hermoso, sino que permite el baño y la práctica de deportes náuticos. Además, esta combinación de embalses, ríos y montaña hacen que los amantes del senderismo puedan disfrutar de magníficas rutas en la zona.
Tesoros románicos, góticos y renacentistas

Pero además, Albalate de Zorita cuenta con edificios de gran valor histórico. La iglesia de San Andrés, con una fachada de estilo gótico, fue construida a caballo entre los siglos XV y XVI, y en su interior se puede ver también un hermoso retablo ya de la época barroca. Dentro de la capilla de la Santa Cruz se encuentra la Cruz del Perro, una increíble joya de orfebrería del siglo XIII que llegaron a visitar reyes como Carlos I y Felipe III, y que recibe este nombre porque fue un perro, llamado Cósula, quien la encontró escarbando bajo una roca.
En Albalate también se pueden ver otros monumentos. Cuenta con dos ermitas, la de Nuestra Señora de los Remedios, del Barroco, y la de Cubillas, dentro del cementerio y construida en el siglo XIII. Aunque de esta última solo se conservan ruinas, aún se puede admirar su portada de arco apuntado y varios canecillos (cabezas de viga) de aquella época; seguramente, tal como asegura la web de su ayuntamiento, la colección más importante de toda la provincia. Por cierto, el cementerio se asienta sobre lo que aún queda de un antiguo convento templario.

Por último, merece mucho la pena visitar la fuente de la Villa o fuente de los Trece Caños, originariamente de la época renacentista, si bien la actual construcción es del siglo XVII. Se trata de un muro con ocho caños en la cara este con forma de cabeza de león, y tres en la cara oeste. Sí, tres y ocho suman once, no trece: probablemente la construcción antigua tuviera dos caños más.
En breve, a principios de febrero, se celebra una de las fiestas de Albalate, la de San Blas. Un momento estupendo para conocer las tradiciones de este pueblo y para degustar unos panecillos llamados caridades y los los torcíos, parecidos a las rosquillas pero con forma de tirabuzón.

